OTRA VEZ UNA PRESENTACIÓN EN PÚBLICO!

Esta puede ser una exclamación de un investigador al que no le resulta fácil divulgar su conocimiento y en su organización, no cuenta con un experto en comunicación de ciencia.

Para Estrada ( 2014)* “en el caso de la comunicación de la ciencia, lo esencial es el intercambio de conocimientos, el diálogo aclaratorio, la discusión de lo tratado, las sugerencias para su mejoría y la conversación profunda que ayude a la comprensión del conocimiento científico”.

Participar en un espacio de divulgación de la ciencia no implica que todos los participantes compartan la misma disciplina o sean expertos en la temática tratada.

Uno de los problemas, más comunes, en la comunicación de la ciencia, es transmitir un mensaje considerando que el público es homogéneo.

Lejos de eso, Estrada, considera que “llamar la atención sobre algún tema relevante de la ciencia, acometer un asunto es dar a conocer la sustancia y sentido de un resultado científico, entusiasmar por saber más acerca de una cuestión científica, inducir a buscar mayor información para entender mejor lo publicado, en fin, acercar al público al conocimiento científico para que, en alguna medida, se apropie de él”.

Para divulgar la ciencia, no es suficiente  ser experto en una disciplina, es necesario ser comunicador, divulgador, o requerir de los conocimientos de los profesionales de la comunicación. Un factor importante en la labor de divulgación es definir el propósito de cada actividad, ya sea un seminario, una conferencia, una revista.

Se requieren competencias específicas como escribir guiones para una exposición, diseñar infografías,  escribir distintos tipos de textos, una nota de radio y|o televisión, generar contenido en redes sociales. Hay que enfrentarse a la solución de cuestiones concretas en cada caso, ya sea motivar a jóvenes para estudiar ciencia, convencer de que no es solamente para personas inteligentes y/o aburridas, difundir los resultados de un proyecto.

“La divulgación de la ciencia resultará efectiva siempre y cuando no constituya un pasatiempo marginal para los divulgadores, ni un simple agregado curricular para los científicos”.

Entre las propuestas de Estrada, para comunicar la ciencia, se destacan dos:

  1. Reconocer que se han formado divulgadores y valorar ese capital humano.
  2. Generar espacios de reflexión, en equipo, entre científicos y divulgadores, periodistas científicos y comunicadores.

Me atrevo a agregar una tercera propuesta:

  1. Incorporar en los cursos de grado de las universidades, en los institutos científicos, y en las organizaciones de ciencia y tecnología, contenidos educativos sobre Comunicación de la ciencia.

Para despedirme de esta entrada les dejo la siguiente frase de reflexión:

“Cada uno de nosotros tiene que ser para alguien una llave.

Sin ella, hay puertas que no se abrirán o que no se cerrarán” (E. Wiesel)

Con afecto,

Cecilia

*Referencia: “La comunicación de la ciencia”, Luis Estrada 1 de marzo de 2014 | Vol. 15 | Núm. 3 | ISSN 1607 – 6079 http://www.revista.unam.mx/vol.15/num3/art18/

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Publicado por Cecilia Marrero

Comunicación y Coaching Organizacional. Coaching de Equipos. Estrategias de Comunicación

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