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Cuando desempeñamos diferentes roles, el agotamiento puede nublar nuestros recursos. Y esto provoca una disminución de la productividad o la aparición de estrés.
Mi misión es ayudar a las personas a alcanzar sus metas con entusiasmo y sin estrés y, por tanto, quiero proponerte reflexionar sobre conciliar la vida personal con la laboral o profesional.
Las creencias influyen en la conciliación de vida personal y laboral. Los estereotipos de género son las ideas sobre lo que significa ser mujer u hombre. Son ideas arraigadas en las personas. Operan bajo las expectativas que la sociedad espera de los roles que asumen hombres y mujeres y bajo la creencia social sobre que a las mujeres les corresponde la realización de las actividades domésticas y de cuidados de niños, niñas, adolescentes y personas mayores. Las mujeres que trabajan ven extendida su jornada laboral en casa.
En la actualidad se intenta cambiar esas creencias apostando a la corresponsabilidad de los cuidados entre hombres y mujeres. Sin embargo, aún hay mucha tela por cortar relacionada a la participación del estado y de la sociedad, entre ellas, las empresas, para contribuir con derribar barreras. La cuestión de conciliar la vida profesional con la personal, cada vez se hace más necesaria y es una cuestión que debe abordarse de manera social y organizacional.
Las personas se desarrollan si existe un sano equilibrio en los espacios de participación durante su vida y se satisfacen distintas necesidades humanas, como la seguridad, afiliación, autorrealización, reconocimiento. Por ello, es fundamental que no exista diferencia en la participación por una cuestión de género.
Si eres de las personas que no han podido conciliar los roles del trabajo y la familia, seguramente estés siendo afectada en tus actitudes, en tu estados de ánimo, en tu rendimiento, en tus relaciones, en definitiva, en tu bienestar.
El punto de conciliación de roles entre trabajo y familia es único para cada persona y tienes que encontrar la conciliación que mejor te calza. Por eso, es fundamental que establezcas con absoluta claridad y sinceridad el objetivo que quieres lograr al obtenerla. Cada persona tiene contextos, prioridades, necesidades propias y encontrar equilibrio es una tarea que lleva reflexión y acción.
Hay situaciones ideales, aunque ellas no siempre son factibles y debemos optar por lo posible y sostenible.
Cecilia MARRERO
Por ejemplo, “quiero trabajar media jornada fuera de casa” y “cuando llegue, tener ayuda externa para las tareas domésticas”. De repente, trabajar 4 horas no te aporta el dinero que requieres para contratar personal externo para el servicio doméstico, y es ahí donde puedes tomar decisiones posibles y sostenibles. Por ejemplo, trabajar 6 horas o trabajar 8 horas, pero menos días a las semana y sí contratar un servicio doméstico de 4 horas.
Trabajar con inteligencia
La exitosa coach norteamericana Talane Miedaner, dice que: “en lugar de trabajar duro, debes hacerlo con inteligencia”. Quizás hayas escuchado que el 80 % de nuestros resultados surgen del 20% de nuestros esfuerzos.
Entonces, si logramos saber cuál es ese 20% de esfuerzos eficaces, podríamos eliminar el 80% restante sin mayores problemas. A eso llaman trabajar con inteligencia. Menos es más.
Cuando tienes demasiadas ocupaciones y trabajas duro, tienes más estrés y pierdes la perspectiva de lo que realmente importante, cometes errores y no ves las oportunidades que están a tu alcance.
Quizás, si estamos trabajando duro, el problema sea:
- Nos dispersamos en cosas no tan importantes ni urgentes.
- Hacemos cosas que podríamos delegar.
- Invertimos esfuerzos en tareas que no nos llevan adonde queremos estar.
Y ni que hablar que también tus estados de ánimo y tu salud pueden afectarte y no estar trabajando con inteligencia.
Quizás vives postergando unas vacaciones con tu familia o la realización de un chequeo médico, o tantas cosas, verdaderamente importantes.
Disminuir preocupaciones
Las preocupaciones se refieren al futuro, al miedo a lo desconocido. Entonces, cuanto más sepas sobre lo que se viene menos te preocuparás. El conocimiento atenúa las preocupaciones, por ello, es importante planificar.
Comparto un ejercicio que realizo en mis actividades como coach de personas y empresas:
EJERCICIO:
- Listar todas las tareas del día o de una semana de tu trabajo. Y lo mismo para las tareas necesarias de tu hogar.
- Una vez con todas las tareas listadas, identifica cuáles puedes descartar, delegar a quién y cómo, por ejemplo si necesita supervisión o entrenamiento la persona para desarrollarla.
- Identifica tareas que puedas hacerlas más simple, o reducirlas a un número mínimo de pasos.
- Aumenta el tipo de tareas que te motivan. Por ejemplo, salir con amigas, mirar un película, entre otras.
Para colaborar con tu organización puedes descargar el Planificador de Actividades aquí.
Luego me cuentas cómo te ha ido.
Con afecto.
Cecilia
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2 comentarios sobre “Atención, no hagas nada con trabajo y familia antes de leer esto”